El proceso mediante el cual en una empresa se incorpora el personal a la organización es esencial y debe estar orientado a la planeación estratégica del negocio, pero muchas empresas -tal vez demasiadas- no le dan la importancia debida -acaso por desconocimiento- y terminan con colaboradores que no requieren en puestos que no deben.
Visto con un proceso, el reclutamiento estratégico de personal consta de cuatro etapas:
1) Análisis y valoración de funciones a efectuar: En muchas ocasiones el análisis de efectúa “al revés”, es decir, primero se definen los puestos y luego se le asignan las funciones, cuando el deber ser es: Una vez definidas las funciones a desarrollar por un área de trabajo, se determinan los puestos necesarios y las aptitudes requeridas para desarrollar estas funciones.
2) Reclutamiento (tanto interno como externo): Este es el subproceso mediante el cual se atrae a los posibles candidatos buscando que estos se acerquen en la mayor medida posible a las aptitudes requeridas.
3) Selección: Este subproceso es crítica, puesto en él se evaluarán las aptitudes (que debería ser relativamente fácil si se hizo bien el subproceso de reclutamiento) pero más importante, las actitudes de los candidatos.
4) Incorporación a la empresa: Lo cual incluye los subprocesos de inducción y entrenamiento inicial del nuevo colaborador.
Autor: Jorge Félix García
